Vivo cerca del centro, en una zona llena de cafeterías y restaurantes. Suelo encontrarme con muchas mujeres atractivas allí. Vi a esta mujer guapa, sola en una cafetería. Parece una mujer elegante, y lo es. Cogí mi cámara y empecé a filmar. Le ofrecí a mi amigo Mario 200 dólares si podía llevarla a mi estudio. Lo hizo, con el viejo truco de ofrecerle trabajo como modelo. Una vez en mi estudio, hizo más que fotos de moda.
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