Hoy vino a visitarme Karina. Yo estaba muy tranquilo y relajado haciendo mis actividades matutinas, pero al verla tan tremendamente buenota se me paró la reata y me llegaron tremendas ganas de metérsela. El problema era que ella estaba en su periodo, y en la oficina no puedo hacer cochinero y regadero de sangre, así que cambié la follada por una rica mamada, como sólo ella sabe hacerlo.